La fiesta del consumismo llega a final de mes, y estamos dispuestos a contribuir a ella sabiamente.
El Black Friday es la más conocida fiesta de consumismo estadounidense y se celebra el viernes siguiente al día de Acción de Gracias (Thanksgiving). Esta fecha es marcada por los comerciantes norteamericanos como el inicio de la época de compras de diciembre, y durante más de 20 años lo han celebrado realizando descuentos para incentivar el consumo.
El de este año será el próximo 26 de noviembre, y como sabemos que es importante para muchos en esta tribu (el consumismo no es pecado), hoy te podemos dar algunas pautas para que no te quiten las mejores promociones y ofertas de tus marcas favoritas en este día, que puede parecer una guerra de compradores. Y no una guerra entretenida.
Sigue estas recomendaciones y prepárate para el Black Friday nivel DIOS.
Lo primero respecto al presupuesto es decidir cuánto puede gastar en estas fiestas. Anota los artículos que debes tener, incluidos los regalos navideños y otras compras para las que has estado ahorrando. Asegúrate de dejar espacio para imprevistos, como los regalos de última hora. Cuando tengas la lista, calcula la cantidad máxima que puedes gastar y mantente firme a ella.
Este paso puede parecer una pérdida de tiempo, pero la verdad es que si compruebas ahora los precios de los artículos de tu lista, tendrás más seguridad en las ofertas que veas durante el Black Friday. Además, como algunas tiendas están promocionando las ofertas del Black Friday con antelación, es posible que puedas aprovechar esto y evitar las caídas de los sitios web y las aglomeraciones en el gran día.
Estudia los anuncios del Black Friday. Empieza por los de tus tiendas favoritas, pero no ignores las de los lugares en los que normalmente no compras. Aunque es fácil comprar un nuevo teléfono en tu tienda de siempre, otra puede tenerlo más barato. Toma nota de cualquier condición, incluyendo las ofertas que solo funcionan hasta cierta hora o en un día determinado.
Es probable que este año no haya muchas ofertas en las tiendas, si es que hay alguna. Pero ten en cuenta que las compras online pueden tener algunos inconvenientes. Cuidado con las ofertas de corta duración que se agotan rápidamente, la falta de transparencia en el inventario y las caídas de la página web. Además, las comparaciones de precios son imprescindibles si quieres estar seguro de que consigues las mejores ofertas posibles.
Para compras en línea, considera los marcadores o favoritos de tu navegador. En muchos casos, marcar la página de un producto con antelación puede ahorrarte unos segundos preciosos cuando las rebajas salgan al aire, sólo ten en cuenta que a veces las tiendas tienen productos en diferentes URLs. En estos casos, podrías encontrarte con un mensaje de error 404. Si prefieres no arriesgarte, marca la página de inicio del sitio web de la tienda.
En un buen año, el inventario puede agotarse si hay mucha demanda, pero este año puede haber un riesgo aún mayor de que esto ocurra. Evita disgustos y ten previsto un plan B para lo que quieras comprar. Incluso si un producto no se agota, existe la posibilidad de que se reabastezca debido a interrupciones en la cadena de suministro.
Si ordenaste por internet con recogida en tienda, si esperas el pedido en tu casa, o si estás comprando en la tienda, necesitarás material para mantenerte entretenido. Llévate a la tienda un libro para leer o juega en tu teléfono. El tiempo de espera variará, así que prepárate con algo que hacer. Así evitarás estar de pie muriendo de aburrimiento.
Si compras por internet ten en cuenta los posibles retrasos en los envíos. Teniendo en cuenta que estamos con un problema mundial de logística de transporte, no está de más considerar estos retrasos para no tener que buscar desesperadamente un plan alternativo en el último momento (ver paso 6).
Si no te queda mucho tiempo y haces el pedido muy cerca de la fecha de las navidades, es posible que quieras gastar un poco más en un envío urgente si está dentro de tu presupuesto. Esto aumentará las probabilidades de que tus regalos lleguen a tiempo.
Esto puede ser más fácil si compras exclusivamente por Internet, ya que no tendrás los artículos delante de ti en la caja. Cuando estás ahorrando dinero mientras compras, es fácil pensar que un par de artículos extra no importarán. Pero este tipo de pensamiento aniquilará tu presupuesto del Black Friday. Evita el “lo he trabajado, me lo merezco”, ya que en esta época del año siempre viene con un aumento de gastos inesperado.
Muchas promociones del Black Friday afirman que ofrecen los precios más bajos de la temporada. Sin embargo, antes de apresurarte a comprar algo (especialmente si es caro) comprueba si se trata de una "venta final". Los productos con esa denominación no suelen poder devolverse y, si pueden hacerlo, pueden conllevar una tasa de reposición de existencias de al menos el 15%. Conoce la política de la tienda antes de añadir ese nuevo televisor a tu cesta, especialmente si no estás seguro de necesitarlo.
Las rebajas por correo electrónico y créditos en tienda son formas populares de promociones del Black Friday. Canjear estas ofertas puede ser complicado para aquellos que no están bien organizados. Te sugerimos que guardes tus recibos y formularios de reembolso en un sobre o sección especial de tus papeles importantes.
Si compras exclusivamente por Internet, crea una carpeta o una etiqueta especial para todos tus pedidos pendientes. Luego, ese día, crea una hoja de cálculo con todos los detalles de cada oferta, incluyendo el producto, la tienda, las fechas en las que la oferta es válida y cualquier otra cosa que puedas necesitar para aprovechar ese descuento.
Sea cual sea tu red social favorita -Twitter, Instagram, Facebook, Pinterest, TikTok o cualquier otra- empieza a seguir tus tiendas favoritas desde ahora. No pierdas de vista estas cuentas, ya que en ellas pueden aparecer cupones, anticipos de rebajas o incluso anuncios del Black Friday. Estos pueden ser un gran ahorro, o te ayudarán a encontrar una ganga que no habrías visto en otro medio.