Ser el CTO de tu pequeña o mediana empresa significa aprender a protegerla de lo que puede volverla cenizas: los cortes de internet.
Imagina que has conseguido un arrollador éxito como pequeño empresario o autónomo en tu negocio. Es algo que ha requerido de mucha coordinación para poder cumplir a todos tus clientes. Recientemente lograste hacerte con un cliente muy serio, famoso por pagar a tiempo y arriba del mercado. Tu empresa, como la mayoría actualmente, tiene un flujo de trabajo que depende mucho de internet.
Correos electrónicos, legalizaciones de documentos, compras, facturas, herramientas de gestión, todo esto tiene en común el uso de la conexión a internet para realizarse. Las grandes empresas pueden costearse planes de contingencia para cortes de internet, pero ¿podrías tú garantizar que tu conexión y servicio de internet actual no afecte tu relación con tu cliente ideal en algún momento?
Disponer de una conexión a Internet confiable es imprescindible para el éxito empresarial. Cada vez más pequeñas y medianas empresas están teniendo al menos algunos de sus procesos en la nube, lo que significa que para hacer todo, desde las nóminas hasta la facturación y la colaboración, se necesita una conexión con un rendimiento constante y un tiempo de actividad máximo.
Sin esa conexión, los correos electrónicos no se podrán leer, mucho menos responder, los datos de los clientes y de la empresa serán inaccesibles y los trabajadores pueden verse inmersos en un vacío virtual. No solo tu cliente ideal se frustrará, todos lo harán, sobre todo si no pueden conectarse a tu sitio web ni obtener el servicio de atención al cliente que necesitan. Si los retrasos se producen demasiadas veces, es probable que lleven su negocio a otra parte.
Esto no se queda solo en palabras. Un estudio realizado en 2020 por la consultora Independent Research en Estados Unidos prevé que las empresas podrían perder hasta 40.000 millones de dólares en productividad por culpa de los cortes de Internet.
Ese estudio también muestra que la mayor parte de las pérdidas las sufrirán las empresas más pequeñas que, en su gran mayoría, no cuentan con soluciones de respaldo para internet. Si añadimos los costes de reputación (los clientes podrían ver un corte como una señal de pérdida de calidad), la pérdida de beneficios podría ascender a decenas o cientos de miles para las pequeñas empresas.
Por suerte para ti, padawan, existe una solución que será tu respaldo para ayudarte en caso de que se produzcan los indeseados cortes. La redundancia de red es una conexión que se activa automáticamente cuando la conexión principal a internet se cae, lo que significa que nunca se pierde la conectividad. Es como tener un generador de reserva que puede mantener una casa en funcionamiento después de que una tormenta deje sin electricidad al vecindario.
Si tu problema está sucediendo ahora y no puede esperar por soluciones planificadas, tranquilo. Toma las manos en el asunto y conviértete el CTO de tu negocio siguiendo estos tres sencillos pasos:
Es todo lo que podemos hacer por ti en una crisis instantánea, padawan. Si quieres que esta pesadilla no vuelva a suceder, te recomendamos implementar la redundancia de red, y asegurar que tu pequeño negocio no flote en un mar de incertidumbre virtual.
Afortunadamente, proteger tu pequeña o mediana empresa no es tan difícil como parece, aunque tendrás que elegir un proveedor de internet adecuado para trabajar, uno que pueda ayudarte a seguir operando en caso de un corte. A continuación te presentamos algunos tipos de redundancia que debes tener en cuenta a la hora de evaluar quién será tu proveedor.
Se trata de una protección parcial que se consigue enrutando el tráfico de internet a través de una serie de rutas de red alternativas mediante routers y conmutadores de reserva.
Es otra forma de protección parcial. Consiste en desplegar dos rutas separadas entre dos ubicaciones, y que cada una termine en un equipo diferente.
Este tipo de redundancia emplea conexiones inalámbricas 4G LTE. Si se produce una interrupción, la red cambia sin problemas a una conexión inalámbrica respaldada por batería, donde los equipos pueden conectarse a un punto de acceso.
Algunas empresas tienen preparado un segundo proveedor de servicios de Internet que puede entrar en funcionamiento si se corta la conexión principal.
Una vez que te hayas decidido por utilizar la redundancia de red, deberás tener en cuenta algunas cosas antes de elegir la opción adecuada.
Ancho de banda: ¿Qué tipo de capacidad de ancho de banda necesita para hacer funcionar tu negocio, especialmente en los periodos de mayores ventas online, como en navidad o el Black Friday? Asegúrate de que tu proveedor de internet puede mantenerte en funcionamiento en todo momento.
Probabilidad de fallo: ¿Qué probabilidad hay de que tu red se caiga y cuál ha sido tu experiencia con la conectividad a internet? Si estás en una zona rural, ¿es probable que tu servicio se caiga durante una tormenta? Si estás en una zona más urbana, ¿las obras en tu zona te obligarán a desconectarte? Si tu conexión es poco confiable, puede que necesites una solución más robusta.
Flexibilidad: Todo empresario quiere que su empresa crezca, pero en algunos casos tu negocio puede estar creciendo demasiado rápido para tu ancho de banda actual. Asegúrate de que tu proveedor es flexible para que pueda ampliar o reducir tu solución de copia de seguridad.
Si sigues nuestros consejos, conseguirás apagar un incendio inmediato y proveer a tu empresa de la protección necesaria para evitar futuros incidentes que podrían volver cenizas tu negocio. Manejar las crisis como el CTO de tu pequeño negocio te convertirá en la Khaleesi de las pymes: el fuego no te tocará nunca. 🔥