La cultura de una organización debe verse siempre reflejada en su máximo líder. Conoce cómo puede un CEO contribuir a la cultura organizacional.
Es bastante común que un CEO o director ejecutivo se sienta un poco desconectado del día a día de su empresa. Mientras se centran en las cuestiones generales, el resto de la organización suele funcionar sin su presencia y, con el tiempo, es posible que un CEO no conozca los nombres de más de un puñado de empleados, de los cuales muchos probablemente estén ligados a su nivel.
Aun así, es importante que un CEO piense de forma crítica en el funcionamiento de su empresa. Específicamente debe participar en la elaboración de la cultura de la empresa, que afecta no sólo a cómo se sienten sus trabajadores, sino también a cómo se percibe la reputación de su marca.
A continuación te presentaremos algunas formas en las que un CEO puede contribuir a la cultura de su organización.
Desde el punto de vista fisiológico, el estrés en el lugar de trabajo es indistinguible del estrés causado por el miedo en situaciones de vida o muerte, como huir de un tigre acostumbrado a cazar humanos.
Cuando un trabajador siente una cantidad excesiva de estrés, su cerebro empieza a centrarse en la fuente de este en lugar de soluciones creativas o productivas. A fin de cuentas, un empleado lleno de miedo es un mal empleado, por lo que los CEO deben comprometerse a crear una cultura empresarial que promueva la seguridad y estabilidad.
Todo empleado necesita saber que puede confiar en los responsables de su organización. Cualquier CEO debe hacer lo posible para que sus trabajadores se sientan seguros en su presencia, lo que significa hablar con educación y ser amables.
Otros atributos de una empresa segura y productiva son la transparencia de las prácticas empresariales y la autonomía de la plantilla, que dan a los empleados una sensación de control sobre su trabajo y profesión.
Al igual que los niños observan cómo se comportan sus padres y practican cómo actuar como adultos, los demás directivos de una organización imitan las acciones y comportamientos de liderazgo que aprenden del director ejecutivo. En el mundo empresarial, "haz lo que yo digo, no lo que yo hago" no es una estrategia de liderazgo eficaz.
Los CEO deben reconocer que quienes les rodean absorberán pasivamente su estilo de liderazgo y lo aplicarán casi sin importar la formación que reciban y que hable en sentido contrario. Por ello, el máximo líder de una organización debe ser consciente de cómo desempeña sus responsabilidades, cómo interactúa con sus socios y subordinados y cómo defiende los valores de su empresa.
Cualquier buen director ejecutivo es la cultura de liderazgo que espera construir dentro de su organización, y debe actuar de la forma en que espera que actúen sus líderes. Esto podría significar la creación y el seguimiento de un programa de reconocimiento que celebre el esfuerzo y los logros de su personal. También podría incluir una comunicación abierta y honesta con el personal sobre la estrategia empresarial, para incluir cuestiones difíciles como el cambio dentro de la organización.
Como el comportamiento del CEO es tan visible para el resto de la organización, los demás líderes empezarán a copiar lo que ven para crear una cultura empresarial cohesionada.
A cualquiera le viene bien que le reconozcan el duro trabajo realizado, y una de las formas más eficaces de motivar a los mejores talentos es invertir en sus conocimientos y habilidades. Hay todo tipo de programas de formación que los CEO pueden crear y fomentar, pero uno de los más valiosos es una plan de coaching que permita a los trabajadores ambiciosos y capacitados conectar con líderes que puedan guiarles hacia su éxito profesional.
Los propios directores ejecutivos pueden hacerse cargo de un puñado de directivos con buen desempeño para ayudar a fomentar las capacidades de liderazgo que consideren más adecuadas y eficaces dentro de su sector.
Podría valer la pena trabajar con Recursos Humanos para crear un programa de coaching, en lugar de solo reuniones de asesoría. Hoy en día, cada vez más empleados están interesados en explorar carreras laterales y diagonales que les permitan adquirir nuevas habilidades y experimentar con nuevas responsabilidades.
El coaching es una forma, que si bien no es barata, puede probar a los empleados en diferentes campos para garantizar que el talento se coloca en el mejor lugar posible.
El programa de onboarding (o incorporación) de una empresa es quizás la forma más importante para atraer y retener a los mejores talentos. El onboarding es la primera impresión que un nuevo empleado tiene de la empresa, y a menudo marca la pauta de cómo los empleados interactúan con sus compañeros, contribuyen a los proyectos de su equipo y se relacionan con el éxito de la empresa.
Los CEO tienen el poder de dirigir un plan de onboarding que convierta eficazmente a un candidato a un puesto de trabajo en un trabajador productivo y, finalmente, en un miembro leal de la comunidad que es la empresa.
En las organizaciones más pequeñas, los propios CEO pueden participar en el recibimiento de los nuevos empleados y ayudarles a sentirse bienvenidos. Esto tiene el beneficio añadido de permitir que los trabajadores sientan que los máximos responsables de la empresa les respetan como personas, no sólo como capital humano.
El director ejecutivo no es un mero engranaje de la maquinaria de la empresa. Es el engranaje más grande, más visible e influyente. Centrándose en determinadas acciones y programas, los CEO pueden crear una cultura empresarial positiva que sea poderosamente productiva.
No es atrevido decir que las organizaciones con culturas corporativas más fuertes y mejor reputación, casi siempre tienen detrás a un CEO que trata a sus empleados como humanos, reflejando los valores que necesita que sus empleados entiendan.