Muchas pymes no tienen éxito en los primeros años por desconocimiento o falta de experiencia. Te contamos qué debes tener en cuenta antes de iniciar tu empresa.
Ahora que hay muchas pymes están empezando a solicitar sus bonos digitales para digitalizar sus empresas, muchos están analizando la posibilidad de finalmente dar el salto que necesitaban y convertirse en los empresarios que siempre quisieron ser. Una decisión que no debería tomarse a la ligera.
Muchos piensan que solo su idea será suficiente para sacar adelante un negocio. Y aunque no dudamos de tu creatividad y queremos creer en tu sueño, te informamos que no basta solo con una buena idea. La ejecución de esa idea también determina, en gran parte, cómo se desarrollará tu negocio.
Ten en cuenta este paso a paso de qué hacer antes crear tu propia pyme.
Esta decisión tendrá consecuencias directas en los impuestos que pagues y en el grado de responsabilidad legal y financiera que tengas. Hay ventajas y desventajas desde ambas perspectivas, pero finalmente lo que importa es que analices qué es lo que quieres lograr con tu empresa y qué debes hacer para conseguirlo.
Si consideras que para lograr los objetivos por los que estás pensado ser empresario necesitas ayuda para lograrlo, lo mejor es que te asocies. Está bien reconocer que no lo sabes todo. Puedes ser muy bueno en mantenimiento informático, pero si te va mal llevando las mates, posiblemente tu empresa irá a quiebra por mal manejo de las finanzas.
Por el contrario, si sientes que ya cuentas con la experiencia y el conocimiento necesario para echar a andar tu empresa, conviértete en el único propietario y contrata a los empleados que necesites para hacer realidad tu sueño.
Esto te ayudará a saber quién ya está haciendo lo que tú quieres hacer. El objetivo central: saber cómo puedes hacerlo mejor. Estudiando a la competencia puedes aprender de los errores de los demás, o incluso lo que valoran sus clientes de ellos. Aprende cuánto está dispuesta a pagar la gente por tu producto o servicio y cómo podrías mejorar lo que otros ofrecen.
Si ya hay otra marca que domina el mercado al que quieres entrar a competir, concéntrate en lo que no hace bien o a quién no atiende, ofrece un servicio superior y podrás hacerse con una parte de sus dominios. Por otro lado, si el mercado está fragmentado, podría haber una oportunidad para lanzar una marca que se convierta en la elección de facto para los consumidores.
Al intentar atraer a todo el mundo no vas a atraer a nadie. Tienes que enfocarte en tu público objetivo y diseñar todo, desde tu sitio web hasta sus campañas de marketing, en torno a él. La creación de uno o más “personas” puede ser de gran ayuda. Las “personas” es la descripción detallada de la persona promedio que consume tu producto o servicio.
Asegúrate de que te diriges a las personas adecuadas realizando una investigación de mercado. Envía encuestas en línea, habla con tus clientes a través de las redes sociales, y entrevista a personas que sean consumidores habituales de lo que tu pretendes vender.
La única forma de ofrecer un producto o servicio que la gente realmente desee es meterse en la cabeza de las personas. Involucra a tu cliente ideal en el desarrollo de tu negocio y sigue probando una y otra vez hasta que logres dar con el público objetivo indicado para tu empresa.
Una vez que ya estés compitiendo por lo grande en el mercado, consulta a tus clientes la satisfacción que tienen con lo que les ofreces. Esto les hará sentir que tienen voz, les inspirará lealtad y, si tienes suerte, aumentará la probabilidad de que te recomienden a otros.
¿Cómo te vas a pagar a ti mismo? Hay que pensar en esto desde el principio. Aunque tengas la mejor intención de reinvertir las ganancias en el negocio, vas a tener que comer, beber y poner un techo sobre tu cabeza. Reduce los lujos, pero calcula lo que necesitas para vivir e inclúyelo en tus gastos. Esto se llama tu presupuesto mínimo de supervivencia.
Tu atención debe estar enfocada en la empresa, y si pensar en cuánto dinero te queda para comer, para el alquiler, o incluso para los recibos, no vas a poder funcionar. Esto afectará el desempeño de tu empresa, lo que siempre repercute en menos ganancias. Un círculo vicioso que se inicia contigo. Corta el círculo y establece un sueldo mínimo para ti.
Piensa mucho en tu nombre: te vas a quedar con él, ya que los cambios de marca son caros y agotadores. Tendrás que funcionar con un dominio web disponible y, además, suele ser lo primero que ven tus posibles clientes. Asegúrate de que no hay muchas otras empresas con el mismo nombre.
Considera lo que tu nombre expresa sobre tu negocio. Es una parte importante de la marca de tu empresa. ¿Qué sentimientos quiere que despierte el nombre? ¿Es fácil de pronunciar? ¿Piensas en el producto o servicio que vendes cuando lo mencionan? ¿Representa a un área en particular, como Barcelona, Madrid o Valencia?
No tiene sentido tener una idea de negocio increíble si nadie la conoce. Necesitas un plan de marketing. Si no tienes un gran presupuesto para marketing, empieza con algo pequeño y céntrate en establecer las relaciones que necesites.
Utiliza las redes sociales y las oportunidades de establecer contactos para empezar a crearte una reputación no sólo con los clientes potenciales, sino también con los periodistas locales, los proveedores, tus colegas microempresarios y las organizaciones empresariales locales.
Abre un blog, sé activo en Facebook, Instagram y Twitter. Ofrécete a escribir artículos o a dar charlas en línea gratuitas sobre tu especialidad, haz que la gente pruebe y valore tu producto o servicio, y piensa en organizar una fiesta de inauguración. Hay muchas opciones sobre la mesa, selecciona la que mejor vaya con la marca que quieres.
Hay un gran porcentaje de pymes que no cuentan con un sitio web. La mayoría quiere tener uno, pero cree que no puede permitírselo o no tiene los conocimientos necesarios para crearlo. Esto último podía ser cierto hace unos años, pero las herramientas de creación de páginas web como Wix permiten a los principiantes tener un sitio web de comercio electrónico en un abrir y cerrar de ojos.
Lo bueno de esto es que ahora en España están dando los bonos Kit Digital para pymes. Solicitando este bono podrás recibir ayuda y asesoría en la construcción de tu página web. Consulta nuestro artículo sobre Kit Digital y entérate de los beneficios. Es muy recomendado para los que, además de página web, necesiten un e-commerce.
Hay muchos que no necesariamente necesitan tener un e-commerce, solo presencia web para que te encuentren tus posibles clientes. Empieza a pensar en la cantidad de negocios que podrías hacer si te unieras al barco de la digitalización, y luego explora las opciones disponibles para hacerlo realidad.
Los clientes solo dejarán de comprar en otras empresas y se cambiarán a la tuya si ofreces algo mejor o diferente. Tu PUV define lo que es especial dentro de lo que ofreces, lo que los clientes no pueden conseguir en otro sitio. Es la clave de tu marca comercial.
Formula cuidadosamente tu PUV: quizá sea tu producto, si es realmente único, o quizá se trate de la experiencia que le puedes dar a tus clientes, la asistencia posventa, la forma de fijar el precio u ofrecer el pago, o quizá todo lo que haces sea orgánico.
Tal vez estés en la capacidad de unirte a la creciente demanda de comercio ético por parte de los consumidores y puedas donar un par de zapatos por cada uno que compren. Encuentra lo que te hace valioso y diferente en tu mercado y asegúrate de que todo lo que haces es fiel a él.
En un mundo ideal, tendrías suficiente dinero para autofinanciar el lanzamiento de tu nuevo negocio. Pero para la mayoría esa no es una opción. En lugar de esto, puedes preguntar a tus amigos o familiares si están dispuestos a ayudarte o puedes buscar un préstamo bancario o un inversor.
También hay que mirar qué subvenciones hay para empresas: son difíciles de conseguir, pero son una gran ayuda sí obtienes una. Si no consigues la financiación que necesitas para poner en marcha tu plan maestro, empieza con algo pequeño y demuestra que el negocio funciona, y luego vuelve al banco o a los inversores con más pruebas.
Un contable es mucho más que un simple contador. Debería ser una fuente valiosa y fiable de asesoramiento financiero y empresarial. Por lo general, con muchos años de experiencia, pueden ayudarte a alejar la empresa del peligro y aconsejarte cuándo y dónde ahorrar tu dinero.
Busca un contable local con experiencia en tu sector. Elige a alguien que te vea como un cliente lo suficientemente importante como para no pasarte a alguien con menos experiencia.
Asegúrate de que puedes permitirte pagar por una ayuda así y no malgastes el dinero en conseguir que ordenen tu caja de zapatos de facturas y recibos. Utiliza un programa de contabilidad para organizar tus finanzas y ahorrar tiempo cuando tengas que calcular tus impuestos.
Los planes de negocio son realmente valiosos. No los veas como una tarea que tienes que hacer para el banco o un inversor. Aprovecha esta oportunidad para demostrarte a ti mismo que todos los aspectos de tu plan y modelo de negocio funcionan y tienen sentido.
Si no es así, ¿realmente quieres seguir adelante?
Este punto es muy sencillo: ¿cómo vas a vender a tus clientes? ¿Cuál es tu ruta al mercado?
Considera todas las opciones. Hay muchas, pero las que consideramos más importantes son:
No puedes redactar un plan de negocio hasta que no hayas calculado tus plataformas y tu ruta de comercialización, y cuánto te costará cada una de ellas.
¿Quién podría beneficiarse de una colaboración contigo? Establecer una relación con una empresa de otro sector podría ayudarte a acceder a una base de clientes totalmente nueva.
Por ejemplo, si es eres florista, podrías encontrar un organizador de bodas y suministrarle flores a un precio reducido. Tendrás acceso a sus clientes y podrás recomendarles a ellos. Es beneficioso para ambas partes. Encuentra a alguien que comparta la mitad de la carga de trabajo y avanzarás el doble de rápido.
Al poner en marcha un negocio debes hablar con el ayuntamiento local para saber si necesitas alguna licencia especial para vender en tu zona. Por ejemplo, si vendes alimentos o alcohol necesitas una licencia. Si no la presentas, te multarán y podrían cerrarte el negocio.
Hay otras muchas obligaciones legales que hay que tener en cuenta y lo mejor es recibir al menos una sesión de asesoramiento jurídico. También debes asegurarte de que los procesos (desde las ventas hasta los acuerdos con los proveedores y las condiciones) sean legalmente vinculantes y estén contratados.
Necesitará una cuenta bancaria para empresas, pero no vayas directamente al banco que has utilizado como consumidor. Encuentra uno que entienda tu negocio y con el que te sientas cómodo. La mayoría de los bancos también ofrecen incentivos para las nuevas contrataciones.
¿Necesitarás empleados desde el primer día? Si no, ¿qué tal el día 100? Necesitas un plan para ello, de modo que esté organizado, preparado y dotado de recursos para cuando llegue ese día, sí es que llega.
Contratar a alguien es un gran compromiso con la persona. No te precipites y ten claro, antes de hacer cualquier nombramiento, qué es lo que hará esa persona y qué ingresos adicionales aportará a la empresa: suele ser una ecuación que da lugar a un rápido replanteamiento. Si puedes, recurre a trabajadores autónomos y mira lo que puedes subcontratar.
Es muy recomendable tener un seguro de responsabilidad civil si tienes personal y un seguro de responsabilidad civil si esperas recibir a clientes o proveedores en tus instalaciones. También es una buena idea asegurar cualquier vehículo que utilices.
Si vendes productos, explora si necesitas un seguro de responsabilidad civil de productos. Puede ser caro, pero piensa si tu negocio podría sobrevivir en caso de que ocurra lo impensable y te roben o dañen tus instalaciones, tu equipo o todo lo que necesitas para tu producción.
Busca la mejor oferta y pregunta a tu banco por cualquier oferta que pueda formar parte de la cuenta que ya tienes con ellos.
El hecho de que hayas comido en muchos restaurantes no significa que sepa cómo dirigir uno, una afirmación bastante obvia que muchos aspirantes a restauradores han ignorado por su cuenta y riesgo.
Así que, aunque tengas una idea de negocio genial, tienes que averiguar si tienes la experiencia y las habilidades necesarias para llevarla a cabo. Si no la tienes, busca formación, clases nocturnas e incluso piensa en conseguir primero un trabajo en el sector para adquirir ese valioso conocimiento.
Revisa tu plan de negocio para averiguar qué tecnologías te permitirán hacer cinco cosas: ahorrar tiempo, ahorrar dinero, mantener el control, hacer más ventas y ofrecer un mejor servicio a tus clientes. Por ejemplo, un sistema de gestión de relaciones con los clientes (CRM) puede ayudarte a comercializar más eficazmente con tus clientes, mientras que un software de contabilidad puede ayudarte a ahorrar tiempo y esfuerzo en tus facturas y gastos.
No hay nada mejor que tener un mentor empresarial con experiencia al que acudir en busca de orientación, o simplemente para intercambiar ideas. Alguien que haya pasado por lo mismo y sepa por lo que estás pasando será un gran apoyo.
¿Hay algún gurú empresarial en tu círculo de amigos? Si no es así, dirígete a personas que admires, busca recomendaciones de personas de tu sector o considera los programas de tutoría respaldados por el gobierno, muchos de ellos están disponibles para pymes.
Estás preparado para lanzar tu empresa, pero no te apresures a dejar tu trabajo tradicional: el salario podría ser útil a corto plazo. Puede que te compense empezar a montar tu negocio fuera de las horas de oficina, y luego dar el salto una vez que tu negocio pueda mantenerte y esté realmente preparado para tu atención a tiempo completo.