Saber si podrás tener ganancias o no es casi tan importante como la idea misma.
Impulsar una idea de negocio no basta solo con responder a una necesidad de producto o servicio que crees que puedas resolver solamente con tener la idea. La viabilidad de una idea, y, por ende, de la empresa que está llevando a cabo esa idea, se mide por su potencial de supervivencia a largo plazo y su capacidad para mantener sus beneficios durante un periodo de tiempo.
Desafortunadamente no todos somos expertos en finanzas. Y aunque nuestra idea pueda relucir por su innovación, autenticidad, o simplemente porque tenemos una campaña de marketing ganadora que garantizará clientes en el corto plazo, no servirá de nada si al final los números no encajan. La viabilidad financiera de un negocio es tan importante como la idea misma.
Por eso esta vez hemos querido montar una guía práctica para que todo aquel que tenga una buena idea de negocio y que crea en ella, pueda comprobar si los números también están de su lado. Recomendamos siempre recibir la asesoría de algún contable o financiero que pueda orientarte, pero esto te dará una idea inicial sobre si tu sueño puede ser financieramente viable.
¿Es mi idea de negocio una buena idea?
Antes de irnos al foco financiero, tenemos que considerar si tu idea es realmente una buena idea, desde la perspectiva empresarial. Tomemos un breve momento para averiguar si realmente tu idea de negocio, más allá de las finanzas, puede ser algo que prospere.
Considera estos puntos que te ayudarán a comprender qué tan factible es tu idea:
1. Resuelve un problema
Las mejores ideas de negocio resuelven un problema de alguna manera. Si alguien tiene un problema sin resolver, es muy probable que mucha más gente pase por el mismo problema.
2. La gente está dispuesta a pagar por ello
Tanto si te centras en una nueva idea de negocio creativa como si tienes una idea para un negocio fácil de poner en marcha, necesitarás clientes. Los clientes que pagan validan una idea y determinan cuáles tienen más posibilidades de éxito. Una idea no es más que una idea hasta que tiene un cliente de pago vinculado a ella. Cualquiera puede desacreditar una simple idea, pero nadie puede desacreditar a los clientes que pagan.
3. Tiene un precio competitivo
Las grandes ideas de negocio resuelven problemas de una manera menos costosa que lo que el mercado puede soportar. Una vez que has determinado que resuelves un problema legítimo de forma escalable, tienes que determinar no sólo el valor que esa idea aporta al mundo, sino lo que la gente pagaría por ese valor. Una vez que determines el precio, entonces podrás evaluar si tu idea es digna de un negocio o no.
4. Existe un nicho mercado para tu idea
Sin un mercado lo suficientemente grande, es posible que tu idea nunca llegue a despegar. Es importante determinar si existe un nicho de mercado para ella. Estarás mejor preparado si tu empresa es una respuesta novedosa a una necesidad reconocida. Para saber esto requerirás de una mezcla de investigación, instinto y preferencia personal. Considera las tendencias generales de la industria, la cantidad de inversión que ha tenido lugar para ese mercado recientemente, cuánto has leído sobre el mercado desde la perspectiva del consumidor y si has oído a la gente hablar de él.
5. Tu idea te apasiona lo suficiente
Es probable que tu negocio consuma todo tu tiempo, así que asegúrate de que te apasiona para que tengas éxito. Tu idea debe ser algo que te interese de verdad, no sólo algo a lo que hayas elegido porque parece que podría ser algo lucrativo. Dado que poner en marcha un negocio requiere una increíble cantidad de tiempo, energía y paciencia, lo mejor es que la idea sea algo que te apasione, así como algo en lo que tengas habilidades o experiencia.
6. Ya la has probado
No sabrás si es viable hasta que pruebes tu idea de negocio con desconocidos que coincidan con el perfil de tu cliente objetivo. Pruébala, no sólo con amigos que serán demasiado educados para decir la verdad, sino con personas honestas que constituirían tu público objetivo ideal, y luego escucha los comentarios. Si tu muestra objetivo dice que tu idea es fantástica y pregunta dónde pueden conseguirla, sabrás que has dado en el clavo. Pero si no están tan entusiasmados, probablemente no sea tan buena idea como pensabas.
7. Estás dispuesto a recibir consejos
Si no estás abierto a cambiar o adaptar tu idea para que se ajuste a lo que quieren tus clientes, puede que no merezca la pena llevar a cabo tu idea de negocio. El éxito se produce cuando estás dispuesto a escuchar y tener en cuenta los consejos de los demás. La mayoría de las buenas ideas necesitan algunos ajustes para llegar al mercado. Ser cerrado de mente es la forma perfecta de acabar con tu negocio.
8. Consideraste cómo la comercializarás
Muchos empresarios piensan en los problemas que va a resolver su negocio, pero no en cómo van a comercializar su empresa entre sus clientes objetivo. Si tienes una sólida estrategia de salida al mercado y un producto decente, probablemente tendrás éxito. Pero si tienes un gran producto sin ninguna idea de cómo llegar a tus clientes potenciales, entonces va a ser muy difícil que tenga éxito. Pensar en eso lo antes posible es clave.
9. Eres realista con tus objetivos
Por muy ilusionado que estés con una nueva idea de negocio, es esencial mantener los pies en la tierra y ser realista. El hecho de que tengas una visión y decidas construirla no significa que el resto te siga. Aunque tengas una idea original, revolucionaria o adelantada a su tiempo, debe haber una oportunidad de mercado real y sólida para garantizar su éxito. Cualquier nuevo negocio debe tener un mercado viable que creas que puedes vender ahora.
Ahora que has podido ver nueve puntos clave para comprender si tu idea de negocio es algo que deberías perseguir, en futuros blogs pasaremos a la parte de: la viabilidad empresarial y financiera, que ambas van ligadas.
Escrito por: BBB
Nada fuera de lo anormal, como tú, vamos. ;)
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